Desde que decidimos instalar en Huete la sede de la Encomienda y del Bailiato de la Muy Noble y Augusta Orden de Santa María de los Buenos Ayres “Orden Bonaria” teníamos clara dos cosas, las directrices emanadas de nuestro Consejo Magistral y las propias de llevar a cabo las mismas.
Es cierto que, dado la envergadura de las obras a realizar para su puesta en marcha, el tiempo para que todo esté listo va a ser mayor del calculado, las inversiones mas elevadas y el esfuerzo y el trabajo de los caballeros y damas considerablemente superior, no importa , nuestra decisión se tomó en su día y sigue firme y sin titubeos, no son tiempos para dudar que lo que es bueno para la comunidad se tenga que parar porque todos los impedimentos expuestos exijan un mayor compromiso.
La Historia de esta tierra, maltrecha, pobre en recursos, semi-abandonada y poblada de gentes buenas pero escépticas por la inmensidad de promesas incumplidas por quienes nos precedieron, se merece lo que estamos haciendo, incluso aunque en un principio no lo entiendan y seamos blanco de las críticas de algunos de ellos, al fin y al cabo ya lo dijo un filósofo: “La mayor desgracia del ser humano es tener que aguantar las opiniones de los ignorantes”. Que mejor lugar para desarrollar nuestros proyectos que en el lugar, posiblemente, mas pobre de la geografía española.
Somos conscientes de las necesidades de otras regiones del planeta, inmensamente superiores a las de este lugar, pero no por ello debemos dejar nuestra casa en ruinas, no podríamos ayudar a los demás si los nuestros pasan hambre, auque este hambre sea de cultura, de instrucción, de sabiduría, de ciudadanos que se tienen que marchar por falta de expectativas…, nuestra obligación es empezar a paliar las necesidades de aquellos que nos rodean, y en ello estamos, os lo aseguro Damas y Caballeros, en eso estamos, todos los días, unos de pensamiento y obra y otros solo de pensamiento porque nuestro quehacer profesional para subsistir, nos ocupa el de la obra.
Los principios de igualdad entre todas las personas, mujer u hombre, blanco o negro, gitano o payo, pobre o rico; el trabajo para que todos los hijos de Abraham profesen una misma religión y crean en un mismo Dios, padre de Abraham y de toda su descendencia; la lucha para que la paz sea una realidad y la desigualdad entre todos los seres humanos sea historia, son principios de nuestra Orden y en ellos está nuestro Gran Maestre y nuestro Consejo Magistral. Nuestra tarea debe ser la de propiciar en los lugares donde vivimos y trabajamos, con nuestros proyectos y nuestras realidades, que eso sea creíble y posibilite, con instalaciones adecuadas el comienzo de su cumplimiento, inmensa tarea, pero no por ello menos realizable que las que llevaron a cabo otros hombres, Espartaco, Alejandro, Sócrates, Platón, Martin Lhuter King…, y la que nos enseñó nuestro Maestro, Jesús el Cristo.
Nosotros, en nuestra modesta contribución hemos concluido los trabajos de nuestra sede de la Encomienda y del Bailiato, vamos a procedes, cuando se nos autorice por nuestro Consejo Magistral, a transformar parte de la misma para acoger la aulas y talleres de la Escuela Bonaria de Formación Ocupacional, avanzamos en la construcción del observatorio astronómico, aula de cultura y albergues en Bonilla y se esta confeccionando el anteproyecto para el convento San Nicolás el Real de Medina, con el fin de dedicarlo a hospedería para los alumnos de otros lugares geográficos, de España y de otros países donde la Orden tiene implantación, estamos plenamente ilusionados y ansiosos por recibir a esos muchachos jóvenes que recibirán la formación adecuada y que desde un principio conocerán el porque y para qué de dicha formación.
Desde este Bailiato, queridos hermanos y hermanas, os animamos para que nos acompañéis en este quehacer, vuestro ánimo y vuestro apoyo nos es imprescindible, sin escuchar vuestra voces y vuestros consejos se nos hace mas difícil recorrer el camino, os prometemos que con constancia y humildad llegaremos a concluir estos proyectos que son de y para todos.
“La caballería ha sido, es y será un camino de Realización Espiritual, con todo lo que ello implica en lo interno y externo. Sea nuestro esfuerzo para llevarlo a cabo plenamente en Sabiduría, Fuerza y Armonía, en Honra y Amor. Y sea la gloria para Dios y no para nosotros”.
Del artículo 6 del Códice de la Muy Noble y Augusta Orden de Santa María de los Buenos Ayres, “Orden Bonaria”.
En Dios confiando.
Cab. José Mª Alarcón
Bailio de Castilla La Mancha+PGE