Las Pléyades (que significa "palomas" en griego), también conocidas como Objeto Messier 45, M45, Las Siete Hermanas o Cabrillas, es un objeto visible a simple vista en el cielo nocturno, situado a un costado de la constelación Tauro. Las Pléyades son un puñado de estrellas muy jóvenes las cuales se sitúan a una distancia aproximada de 450 años luz de la Tierra y están contenidas en un espacio de treinta años luz. Se formaron aproximadamente hace apenas unos 100 millones de años, durante la era Mesozoica en la Tierra, a partir del colapso de una nube de gas interestelar, que aún se aprecia. Las estrellas más grandes y brillantes del cúmulo son de color blanco-azulado y cerca de cinco veces más grandes que el Sol.
En la mitología griega, las Pléyades eran las siete hijas del titán Atlas y la ninfa marina Pléyone, nacidas en el monte Cileno. Son hermanas de Calipso, Hiante, las Híades y las Hespérides. Junto con las siete Híades eran llamadas Atlántidas, Dodónidas o Nisíadas, niñeras y maestras del infante Dioniso. Las Pléyades eran ninfas en el cortejo de Artemisa, compartían la afición por la caza de ésta, y como ella intentaban mantener su virginidad.
Existe cierto debate sobre el origen del nombre «Pléyades». Anteriormente se aceptaba que derivaba del nombre de su madre, Pléyone. Sin embargo, es más probable que provenga de “navegar”, pues el grupo de estrellas homónimo es visible de noche en el Mediterráneo durante el verano, de mediados de mayo hasta principios de noviembre, lo que coincidía con la temporada de navegación en la antigüedad. Esta etimología fue reconocida por los antiguos, incluyendo a Virgilio.
Las Pléyades debieron haber tenido considerables encantos, pues varios de los más importantes dioses olímpicos (incluyendo a Zeus, Poseidón y Ares) mantuvieron relaciones con las siete hermanas celestiales, relaciones que inevitablemente acarrearon el nacimiento de varios hijos:
Maya, la mayor de las siete Pléyades, fue madre de Hermes con Zeus.
Celeno, fue madre de Lico con Poseidón.
Alcíone, fue madre de Hirieo con Lico.
Electra, fue madre de Dárdano e Iasión con Zeus.
Estérope, fue madre de Enómao con Ares.
Táigete, fue madre de Lacedemón también con Zeus.
Mérope, fue la única de las Pléyades que no mantuvo relaciones con los dioses.
En el cúmulo abierto de las Pléyades sólo seis de las estrellas brillan intensamente. La séptima, Mérope, lo hace débilmente porque está eternamente avergonzada de haber mantenido relaciones con un mortal. Algunos mitos también dicen que la estrella que no brilla es Electra, en señal de luto por la muerte de Dárdano, aunque otras pocas versiones dicen que se trata de Estérope.
Tras ser Atlas obligado a cargar sobre sus hombros con el mundo, Orión persiguió durante cinco años a las Pléyades, y Zeus terminó por transformarlas primero en palomas y luego en estrellas para consolar a su padre. Se dice que la constelación de Orión sigue persiguiéndolas por el cielo nocturno. Según otras versiones de la historia, las siete hermanas se suicidaron porque estaban tristes por la suerte que había corrido su padre, Atlas, o bien por la pérdida de sus hermanas, las Híades. Tras esto Zeus las inmortalizaría subiéndolas al cielo.
Esta Imagen del Las Pléyades, ha sido tomada desde el observatorio astronómico “Príncipes de Tadmur”, en Bonilla (Cuenca), con la cámara de gran campo adquirida recientemente.
En la mitología griega, las Pléyades eran las siete hijas del titán Atlas y la ninfa marina Pléyone, nacidas en el monte Cileno. Son hermanas de Calipso, Hiante, las Híades y las Hespérides. Junto con las siete Híades eran llamadas Atlántidas, Dodónidas o Nisíadas, niñeras y maestras del infante Dioniso. Las Pléyades eran ninfas en el cortejo de Artemisa, compartían la afición por la caza de ésta, y como ella intentaban mantener su virginidad.
Existe cierto debate sobre el origen del nombre «Pléyades». Anteriormente se aceptaba que derivaba del nombre de su madre, Pléyone. Sin embargo, es más probable que provenga de “navegar”, pues el grupo de estrellas homónimo es visible de noche en el Mediterráneo durante el verano, de mediados de mayo hasta principios de noviembre, lo que coincidía con la temporada de navegación en la antigüedad. Esta etimología fue reconocida por los antiguos, incluyendo a Virgilio.
Las Pléyades debieron haber tenido considerables encantos, pues varios de los más importantes dioses olímpicos (incluyendo a Zeus, Poseidón y Ares) mantuvieron relaciones con las siete hermanas celestiales, relaciones que inevitablemente acarrearon el nacimiento de varios hijos:
Maya, la mayor de las siete Pléyades, fue madre de Hermes con Zeus.
Celeno, fue madre de Lico con Poseidón.
Alcíone, fue madre de Hirieo con Lico.
Electra, fue madre de Dárdano e Iasión con Zeus.
Estérope, fue madre de Enómao con Ares.
Táigete, fue madre de Lacedemón también con Zeus.
Mérope, fue la única de las Pléyades que no mantuvo relaciones con los dioses.
En el cúmulo abierto de las Pléyades sólo seis de las estrellas brillan intensamente. La séptima, Mérope, lo hace débilmente porque está eternamente avergonzada de haber mantenido relaciones con un mortal. Algunos mitos también dicen que la estrella que no brilla es Electra, en señal de luto por la muerte de Dárdano, aunque otras pocas versiones dicen que se trata de Estérope.
Tras ser Atlas obligado a cargar sobre sus hombros con el mundo, Orión persiguió durante cinco años a las Pléyades, y Zeus terminó por transformarlas primero en palomas y luego en estrellas para consolar a su padre. Se dice que la constelación de Orión sigue persiguiéndolas por el cielo nocturno. Según otras versiones de la historia, las siete hermanas se suicidaron porque estaban tristes por la suerte que había corrido su padre, Atlas, o bien por la pérdida de sus hermanas, las Híades. Tras esto Zeus las inmortalizaría subiéndolas al cielo.
Esta Imagen del Las Pléyades, ha sido tomada desde el observatorio astronómico “Príncipes de Tadmur”, en Bonilla (Cuenca), con la cámara de gran campo adquirida recientemente.
Fuente: Wikipedia
Foto: M. Alonso