Saturday, August 09, 2008

QUINTO DÍA EN EL CURSO DE LA NATURALEZA





Los entrenamientos del equipo marcial del estilo Ki-Full Katai continúan a la par que se sobrepasa el ecuador del Curso. Cada día se está convirtiendo en una experiencia diferente y ayer viernes volvió a convertirse en una jornada singular debido a una serie de acontecimientos que se relatarán a continuación.




El día comenzó como de costumbre para nuestros budokas a las 6 de la mañana, con unos ejercicios de carrera en el pueblo de Huete por sus parques y su polideportivo. A la vuelta tiempo para el desayuno y tras un breve descanso otra vez de vuelta al entrenamiento. En esta ocasión se trataría de una sesión de endurecimientos y katas con armas en las inmediaciones de la Encomienda de la Orden Bonaria.




El cansancio y los infortunios empiezan a hacer mella entre los alumnos: ampollas, sobrecargas y algún que otro achaque empezaron a hacerse cada vez más presentes entre el grupo. Otro de los contratiempos que han surgido fue la rotura de más de un colchón hinchable. Sin embargo, como contraste, hoy también se unió al grupo otra gente nueva con frescas condiciones e ilusiones renovadas, al igual que pasara en anteriores días por motivos laborales. Se trata de los compañeros Rubén Piris, Susana Gómez y Encarnación Román que no han dudado en echar todas las manos que hagan falta par ayudar a sus desgastados compañeros.
Ruben Piris no ha dudado ni un segundo en compartir solidariamente su equipo con un compañero al que se le rompió el colchón, como nos comenta él mismo "desde que me embarqué en el camino de las artes marcial, y en concreto Ki-Full Katai, tengo claro que el compañerismo y el grupo es algo fundamental para nuestro desarrollo, si a uno le ocurre algo es como si nos ocurriera a todos, si alguien necesita ayuda es inmediato que la recibe, todos los de Ki-Full Katai somos como una familia". Por otra parte Susana Gómez es masajista deportiva y osteópata, y tampoco ha dudado ni un ápice en tratar todas las lesiones que han achacado a sus compañeros "Para mí es un placer poder ayudar a mis compañeros con mis conocimientos, lo bueno de convivir en una experiencia tan dura como ésta es que cada uno pueda aportar sus mejores habilidades por el bien del grupo, estos tratamientos además de recuperarles de sus lesiones permiten perfeccionar mi aprendizaje". Pero no sólo los recién llegados han aportado con toda su voluntad, los más veteranos en el curso también se han volcado en cocinar, arreglar pinchazos, curar heridas o lavar la ropa.

Pero lo más peculiar del día ha sido sin duda la visita a Bonilla, un pueblo cercano a Huete en el que se llevó a cabo un entrenamiento especial en las inmediaciones del Observatorio Astronómico Principes de Tadmur. El budoka Guzman Brasero quedó impresionado por ello, afirmando que "la visita a Bonilla ha sido impresionante, el camino hasta el Observatorio parecía de rally y el recibimiento de la gente fue buenísimo, aparte de las artes marciales otros de mis grandes hobbies siempre han sido los coches y los planetas, la única pega es que no lograra ver muy bien Venus, pero la vista de la Luna a través del telescopio ha sido lo mejor".

A la vuelta de Bonilla, el grupo disfrutó de una auténtica barbacoa junto a la piscina, en la Encomienda de la Orden Bonaria. Alejandro Benito y don Mario Padilla Martín, Bailio de Madrid, nos deleitaron con sus más exquisitos dones culinarios. En un ambiente jocoso y desenfadado el grupo una vez más aprovechó para disfrutar juntos y estrechar lazos, demostrando que lo principal de estas jornadas del Curso de la Naturaleza son sin duda las personas que están participando en ellas.